Era un gran apostador Que le gustaba el gallo fino Su dignidad se perdió De su familia y sus hijos Una tarde veranera de pueblo Salió con su gallo canagüey En silencio todos, cuando vieron Que llegaba el apostador frio y cruel Había perdido su casa y su finca Y anteriormente perdió su ganado Ya sus terrenos, ya nada tenia Perdió, burros, perros y caballos Era un empedernido fiel de apuestas Después de ser muy rico, en la ruina quedó Ya no cuenta con nada, ni su nombre respetan Solo pasan vergüenza, si todo se acabó En forma brava y seria, muy ciego todavía Se acercó donde un gallero Te peleo mi gallo, que si es de buena cría Pero este se le niega, tú no tienes dinero Es gallo “macho” o una gallina El que traes en el guacal Ese de plumas amarillas Hoy te lo voy a matar |
jueves, 24 de septiembre de 2009
EL APOSTADOR
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